jueves, 28 de julio de 2011

Completamente azul


Algunas mañanas paseo con rumbo incierto. Si estoy triste camino bastante más deprisa y durante más tiempo que cualquier otro día. No puedo estarme quieta. Es como si quisiera limar mi tristeza empezando por las plantas de los pies. Casi nunca se encuentra nada interesante en el camino. A las afueras del asfalto un movimiento de ramas, un leve olor a flores, el canto de algún pájaro. Hoy al pasar por una guardería, la voz de una joven monitora ha preguntado:
― ¿De qué color es el lunes?
No sé que habrán contestado los niños, no me he parado a escuchar. Pero me he preguntado dónde habrá aprendido la tutora esa forma de preguntar que me retrotrae a la infancia.
― ¿De qué color es el miedo?― preguntaba mi madre si mis hermanos o yo confesábamos sentirlo en algún momento. Y no teníamos respuesta.
― ¿De qué color es el lunes? Me he preguntado hoy. Y lo encuentro completamente azul.