jueves, 7 de febrero de 2008

Libros


Tengo un libro usado. Viejo. Manoseado. Cansado de andar y ser leído. Achacoso, extenuado. Triste, asfixiado. Destripado. Tengo un libro…

vivo.

6 comentarios:

. dijo...

y quiero saber el título de ese libro!!! :)

besosssss
claudia

Marcela, de Mujeres de 40 y más! dijo...

Tienes razón: vive, y siempre será así mientras sus letras no se borren.

Me hiciste recordar que tengo libros así, con olor especial, amarillentos, y que a pesar de tantos años de pasar de mano en mano, siguen vigentes y actuales.
Desde muy chica, aprox. 10 años, empecé a tomar un gran gusto por la lectura.
Todos los días, a partir de entonces, me iba con un tomo de enciclopedia de diccionario a la cama. Con los ojos cerrados, lo abría, y sea donde fuera que me había tocado, comenzaba a leer esa página.¡Esa costumbre la mantuve durante años! Lógicamente, también leía libros de mi interés.

No existe en el mundo, tecnología que pueda superar toda la emoción y sensaciones que expresa un libro en sus páginas, por más que se esfuercen en decir lo contrario.

Cariños

Marian dijo...

Siempre consideré los libros viejos auténticos tesoros, cuando los presto pongo mucha atención a quien se lo dejo, no me gusta perderlos.
Un beso.

K dijo...

esos son los libros que me gustan. los que huelen a naftalina y estan impresos en el mismo papel que la biblia.
un abrazo gracias por pasar a leerme. veo que tenemos a claudia en comun.

Marian dijo...

Que bonito, me ha impresionado.
Muy guapa tu hija, que precioso paseo y en buena compañía sabe mejor.
Por cierto a mi también me ha gustado la frase de "el olor de los libros es al cerebro como el de la comida al estómago" ¿Es así, no?
Un beso

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

No sabes cómo te comprendo, tengo así muchos de mis libros...y es verdad ¡ESTAN VIVOS!

Besos,
Migdalia